Al igual que no se nos ocurriría salir de viaje sin rueda de repuesto, cuando utilicemos una clavadora es útil que tengamos una lengüeta de repuesto. Esta nos puede ahorrar tiempo y nos permite terminar un trabajo sin sorpresas, pues las maquinas siempre se estropean en el peor momento posible.
La sustitución de una lengüeta en una clavadora es una operación sencilla que podemos realizar en el momento que se nos rompa y de este modo continuar nuestro trabajo. Para ello nos sera útil el despiece de la clavadora, algunas llaves Allen, aceite para maquinas neumáticas y una lengüeta nueva.
Antes realizar cualquier operación de mantenimiento en la clavadora, desconéctela de la toma de aire. Observe el despiece de la maquina. Esto nos dará una idea de las piezas que tendremos que desmontar y la posición que tiene cada pieza. Cada maquina se suministra con su despiece y su lista de piezas para poder proceder a solicitar repuestos. Si no conserva el despiece puede descargarlo de la pagina web del fabricante o distribuidor.
El primer paso es desmontar la tapa posterior para poder acceder al cilindro de la maquina. Para ello utilice las llaves Allen adecuadas. Cada maquina se suministra con las llaves necesarias para realizar estas tareas de mantenimiento. La tapa de la cabeza suele estar sujeta con 4 tornillos. Cuando retire la tapa, tenga cuidado en no dañar la junta que hace el cierre entre la el cuerpo y la tapa posterior. Además, dependiendo de cada maquina puede que haya otras juntas entre el cuerpo y la cabeza. Retírelas y fíjese en su posición para montarlas cuando haya sustituido la lengüeta.
Una vez hayamos retirado la tapa posterior, tendremos acceso al cilindro, donde esta alojada el pistón y la lengüeta. Muchos pistones disponen de un vástago en la parte posterior del pistón, que nos sirve para poder sustraer el pistón con unos alicates de punta fina. Otros fabricantes diseñan el pistón con una rosca hembra en la parte posterior para poder roscar un tornillo y así tirar de él para sacar el pistón del cilindro. Si su clavadora no dispone de ninguno de estos dos sistemas, pruebe a dar un golpe seco con uno de los bordes del cuerpo de la clavadora que hemos descubierto sobre uno madera blanda. La lengüeta saldrá fácilmente, con dos o tres golpes.
Una vez tengamos la lengüeta fuera, miremos en el fondo del cilindro, hay esta situado el amortiguador, una pieza circular de goma. Revisemos que no este dañado. En caso de que estuviera deteriorado, tendríamos que sustituirlo. De no ser así procederemos a introducir la lengüeta. Para que la operación nos sea mas fácil y engrasar la camisa, verteremos una gotas de aceite para maquinaría neumática en el interior de la camisa, y lo distribuiremos por el interior con un dedo, de manera que se reparta uniformemente. También aplicaremos una gotas en la junta tórica del pistón, esto ayudará a introducirlo en la camisa, así como a evitar que la junta se reseque y aumentaremos su vida útil.
Una vez hecho esto introduciremos la lengüeta en la camisa, teniendo en cuenta que las guías de la lengüeta queden en la posición correcta. Dependiendo del modelo y el fabricante las guías de la lengüeta pueden ir hacia la parte superior o inferior, observe las piezas del morro de la clavadora para ver la posición correcta de estas guías. Una vez la punta de la lengüeta a encajado en la guía y el morro, la presionaremos para que se deslice por el cilindro. El pistón suele quedar muy justo y debe ofrecer cierta resistencia al introducirse en el cilindro. Lubricamos el cilindro nuevamente por encima del pistón y procedemos a montar la tapa trasera de la maquina colocando adecuadamente todas las juntas que hemos desmontado.
Una vez montada la maquina y apretados los tornillos de la tapa posterior, engrasaremos por la toma de aire con unas gotas de aceite y la conectamos a una manguera con aire comprimido disparando 4 o 5 disparos para comprobar que la maquina funciona correctamente. Ya estamos listos para continuar trabajando y no nos habrá llevado mas de 10 minutos el realizar esta sencilla reparación.